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5 señales de la polarización entre el discurso de Cristina y Vidal

  • Lau Tuyaret
  • 15 ago 2017
  • 5 Min. de lectura

los políticos dicen discurso político

En qué contrastaron las palabras pronunciadas por ambas tras saberse los resultados de las PASO.

Está claro a simple vista. La ex Presidente y la actual Gobernadora de la provincia de Buenos Aires son figuras totalmente opuestas. En lo que a comunicación se refiere, Cristina Fernández y María Eugenia Vidal difieren en su forma de relacionarse con la prensa, en las palabras que emplean, su entonación y gestualidad, entre muchas cosas más.

Esto quedó más que nunca evidenciado en sus discursos del domingo, y lunes a la madrugada, tras conocerse los resultados de las PASO.

Veamos las 5 señales principales que marcan la diferencia en los discursos políticos de ambas.

1. Ustedes versus Vos

Mientras que la candidata a senadora por Unidad Ciudadana se dirigió en la mayor parte de su discurso a una tercera persona del plural, la mandataria bonaerense lo hizo hacia una primera persona del singular.

Referirse a un "ustedes" en lugar de a un "vos", marca una gran diferencia en un discurso político. El primero es más abarcativo, pero el segundo da la sensación de que quien lo pronuncia se dirigiera a cada elector en particular en su propia individualidad. Genera la ilusión del "me habla a mi".

“Quiero contarles que tenía pensado hablar, como normalmente pasa en todas las elecciones, o hasta las elecciones pasadas en nuestro país, a las 10 u 11 de la noche, cuando se conocen los resultados. Pensaba que iba a dar las gracias a los ciudadanos y ciudadanas por cumplir el deber cívico (...). Nunca pensé que iba a tener que pedirles perdón por este bochorno" (Cristina).

"Si durante más de 25 años te bancaste el maltrato y al indiferencia, ¿cómo no vas a apostar por una nueva oportunidad?”. (Vidal)

2. "Hemos ganado" versus el triunfo implícito

Si bien en ningún pasaje del discurso de María Eugenia Vidal se acepta literalmente el éxito de Cambiemos en las PASO de la provincia de Buenos Aires, el tono de su enunciado y enunciación es totalmente triunfalista.

"A todos los que creyeron en este equipo, que hoy nos acompañaron con el voto, gracias. Hicieron que me vuelva a pasar lo que me pasó en el 2015, no tengo palabras para agradecer tanto amor y cariño, para decirles gracias".

Sin embargo, Cristina, se arroga de manera explícita el triunfo total de la contienda diciendo:

"El resultado demuestra que hemos ganado las elecciones en la provincia de Buenos Aires".

Si bien está claro que ambos discursos se pronuncian en un momento diferente (cuando habla Vidal los resultados aún son parciales, en cambio cuando lo hace Cristina ya se habían escrutado el 95% de las mesas), hay una gran distancia entre la especulación del triunfo y su aceptación total, sobre todo cuando los resultados demuestran otra cosa.

3. Rivales actuales versus parte del pasado

El semiólogo Eliseo Verón identificaba a la presencia del rival en el discurso como "contradestinatario". “El lazo con este reposa, por parte del enunciador, en la hipótesis de inversión de la creencia; lo que es verdadero para el enunciador es falso para el contradestinatario e inversamente”, explicaba el autor.

En el caso de Cristina, el contradestinatario Gobierno se presenta como un adversario actual al que hay que "ponerle un límite".

"Hoy el pueblo se expresó muy claramente. De cada tres ciudadanos, dos dijeron 'no al ajuste'. Ese ajuste que por ahí quieren disfrazar con la palabra cambio o reforma y todos sabemos que es el más brutal ajuste. Vamos a pedirle al Gobierno que escuche lo que las urnas han expresado, que cambie el rumbo económico. Es necesario que escuche, porque la realidad siempre termina aflorando".

María Eugenia Vidal, en cambio, coloca al contradestinatario kirchnerismo como parte del pasado. La diferencia reside en la idea de superación que ello supone.

"Durante 25 años los mismos que gobernaron, que fueron cómplices o miraron para otro lado con el narcotráfico y la corrupción, que decían que no se podía hacer nada, y nos ves a nosotros peleando y enfrentándolos. Son los mismos que te dijeron que no podían hacer la ruta, la cloaca o el agua. Que no podían mandar una oficina al barrio más pobre de la provincia, y vos hoy ves que estamos trabajando. Te hicieron creer que tenías que vivir en el barro, y encima decirte que la calle era asfaltada. Y hoy ves las máquinas trabajando, en un asfalto de verdad que va a durar años".

4. Nosotros almidonado versus Nosotros equipo Todo discurso político también se dirige a aquel que “participa de las mismas ideas, que adhiere a los mismos valores y persigue los mismos objetivos que el enunciador”. A este, Verón lo llamaba el "paradestinatario". En esta relación, el emisor utiliza un “nosotros” inclusivo y la relación toma forma de “colectivo de identificación”.

El nosotros que utilizan Cristina y Vidal a la hora de dirigirse a sus colectivos de identificación también es diferente.

No es difícil recordar que la palabra más utilizada por la ex Presidente en sus discursos como mandataria nacional solía ser "yo". Suena raro y artificial, y hasta impuesto, escucharla hablar desde un nosotros inclusivo.

"Queremos expresar hoy una vez más nuestro reclamo al gobierno para que Santiago aparezca con vida".

Sin embargo, Cristina no deja de hacer uso de la primera persona del singular y colocarse como principal enunciadora de su discurso.

"Pese a todos los destratos que me hacen desde las más altas esferas no me van a torcer el rumbo".

Por parte de María Eugenia Vidal, el uso del nosotros inclusivo se realiza de manera más natural, quizás por ser el estilo del espacio del que forma parte. El colectivo de identificación muchas veces es presentado como un "equipo", lo que también busca dar idea de cercanía con quien escucha.

"Sostengamos la esperanza, es imparable, juntos es posible. Juntos de verdad lo vamos a lograr".

5. El miedo versus la esperanza

Finalmente, en todo discurso político también está presente un "paradestinatario". Este corresponde, explicaba Verón, a aquellos “sectores de la ciudadanía que se mantienen, de cierto modo, fuera del juego, los “indecisos”. Con ellos, el político utiliza un discurso de persuasión.

Y en esto también se diferencian ambas dirigentes. Mientras que Cristina busca persuadir al indeciso a través del miedo (sobre todo lo que puede pasar si no se le pone "límite" al Gobierno), Vidal enfatiza sobre la esperanza del "cambio" posible.

"Queremos simplemente que se pare de destruir trabajo, que los que hasta hace un año comían todos los días puedan seguir haciéndolo y que los mayores que tenían cubiertos los medicamentos al 100% puedan tenerlos" (Cristina).

"Estoy absolutamente convencida de que hoy dos de cada tres ciudadanos de la Provincia no han votado por candidatos, han votado en defensa propia. Hay que unificar esa defensa propia y darle fuerza" (Cristina).

"A los que no nos votaron quiero decirles que hoy también los escuchamos. Sabemos que esperaban que las mejoras llegaran más rápido. Que a lo mejor vivís en un municipio donde estás viendo obras, pero no llegó a tu calle. Que estamos arreglando la guardia de tu hospital, pero no lo necesitaste, o simplente tuviste un año duro, difícil. Yo lo sé, todos nosotros lo sabemos" (Vidal).

"Te pido de corazón, una vez más, a vos que me diste tanto amor y sostén, que me bancaste y alentaste, te pido de corazón, sólo pasaron 19 meses (...) No volvamos para atrás, no perdamos la chance de hacer un cambio desde los cimientos” (Vidal).

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