Una cuestión medular
- Lau Tuyaret
- 31 jul 2020
- 1 Min. de lectura

Voy a presentarles algo medular en esto de escribir: todo texto tiene una estructura. Sea una carta administrativa, un relato, una poesía o una notita que le dejamos a nuestra pareja en la heladera. Si, aunque no lo creas, absolutamente todo lo que escribimos debe tener una columna vertebral que hace que el texto no se caiga y que, por consiguiente, el lector abandone antes del final. Y en Instagram (o en cualquier otra red social) esto vendría a ser un fiasco total, porque el lector se va sin “darnos amor”, debido a la cruda realidad: lo aburriste.
Estoy segura de que te acordás de la clásica estructura que aprendiste en la escuela primaria: inicio, nudo y desenlace. Ya sé que vos no escribís cuentos (o tal vez sí), pero pensá que estos son unos infaltables:
️Siempre debe haber una introducción para lo que decís, como un precalentamiento para lo que se viene, ese es el inicio;
️Luego está el corazón, ahí donde presentás lo más importante, el nudo;
️Y, finalmente, viene el moño. Existe un cierre, un remate, una vuelta de rosca a tu tesis central, una exposición de tu conclusión. (Un secreto: acá se encuentra todo lo nuevo que le estás aportando al mundo de las letras). ¡Siempre -por favor, SIEMPRE- cerrá tus ideas!
Podés aplicar ese orden en tus posteos y asegurarte una exposición más clara de las ideas y, de paso, allanarle el camino al lector para leer con más fluidez. Público altamente agradecido.
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