Conquistar el corazón
- Lau Tuyaret
- 31 jul 2020
- 1 Min. de lectura
Mucho se discute acerca del contenido. Que si el blog de fulano tiene sustento, que lo que difunde mengano no aporta nada, que sultano se la pasa mostrando lo que hace en su diaria y aburre.
Cuando hablamos de contenido nos referimos a la información de valor. Es decir, que luego de pasar por tu posteo, el lector se lleve algo que le sirva en la vida. Una receta de cocina es contenido, un tutorial para tejer al crochet es contenido, información con base teórica de manos de profesionales es contenido.
Ahora bien, no todo en el mundo de la escritura es informar o formar. Decía Aristóteles que los discursos tienen tres huellas: el logos, el ethos y el pathos.
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El logos vendría a ser el conocimiento basado en evidencia ¿Acaso el famoso contenido?
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El ethos es la forma en que se presenta quien habla, las actitudes que toma quien escribe al presentarse ante los lectores. ¿Se muestra débil o fuerte? ¿Es soberbio al hablar? Ya hablaremos sobre este aspecto más adelante. .
Y, finalmente, el pathos, señores. El pathos es ese detallito, esa palabrita, esa flecha oculta en el texto que llega directamente a tu alma.
Por eso, gente, no todo en un post debe ser expositivo. Si tu idea es que la gente que te lee te adore, te replique y te recuerde, una buena parte (si no, mucha) debería ser emocionalidad. Conquistemos el corazón, antes que a la razón y habremos logrado todo.
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